Las características
fundamentales del juego libre:
- Permite desplegar la iniciativa.
- Emerge del propio impulso por conocer y descubrir.
- Es una actividad libre y espontánea en la que las niñas y los niño tienen la libertad de decidir a qué y con qué van a jugar.
- No tiene un interés material porque juegan por el juego mismo.
- No produce aburrimiento porque siempre introducen un elemento nuevo que lo enriquece y cuando se agota el interés cambian inmediatamente de actividad.
- Es un espacio donde los niños o niñas se divierten, ríen, disfrutan.
- Todo se construye con la imaginación.
- Puede ser individual o con otros niños.
En el juego libre; el rol del adulto para favorecer el
desarrollo infantil, debe ser de intervenciones indirectas:
- Preparando el ambiente.
- Ubicando los materiales y espacios pertinentes.
- Brindando seguridad y acompañamiento afectivo en los momentos que el niño lo necesite.
- Observando activamente el juego del niño, identificando sus proyectos de acción y los aprendizajes que ejercita.
El adulto no es el generador del juego, puede promover,
provocar, pero no dirigir la actividad del niño. En el juego, ese rol generador
le compete al niño; y el motor son sus deseos, necesidades y la libertad de
acción.
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